Cuando Dios decidió crear la vida, El creo incontables puntos de vida y les dio todo de si a cada uno de estos puntos de vida.
Estos puntos de vida son a los que les llamamos el yo superior. Cada uno contiene la totalidad de Dios, no solo una parte, sino la totalidad.
Saltémonos hasta el punto donde las superalmas y los arcángeles existen.
Nuestra superalma, la tuya y la mía, decidieron hacerte. Este mando un mensaje a los arcángeles, los directores de la vida, y pidió un punto de vida. Los arcángeles tomaron un punto de vida, un yo superior, y se le imbuido con la fuerza que lo hace humano. Después se le dio a la superalma.
La superalma te creo.
Al pasar el tiempo, bajaste por los reinos hasta el punto cuando irías a nacer. Tú ya habías elegido a tu familia, tu país, tu color de piel, y habías creado tu personalidad.
En algún punto de este proceso, se te otorgo algo que llamamos “el Ego”. Tú necesitabas el Ego porque como nacerías en la Tierra, necesitarías una armadura protectora. El ego es esa armadura. Es un escudo que se te puso a tu entorno y tu interior para ayudarte a navegar el mundo de lucha o huida en el que vivimos.
Desafortunadamente el ego les da a todos un sentido de que esa es la persona real. Cuando hablas de ti, es tu ego el que habla. Te sientes separado de los demás. Sientes la necesidad de defenderte de la fuerza invasiva que te intenta dañar. Este es el trabajo del ego. Es gracias al ego que tenemos este horrible mundo que ves y e investigas.
Pero es tu ego, no tú. Tú eres un punto de vida – el yo superior- que se tomó y formo en ti. Este punto de vida es Dios mismo.
Pero, no puedes tener a los dos operándote y controlándote. Puedes dejar que tu ego corra tu vida, o dejar que tu yo superior la controle.
En tu caso, y en el caso de la mayoría de la gente, el ego tiene el control total y el yo superior toma el asiento trasero para esperar al día en que tú decidas reducir to ego y permitirle tomar el control. Él es paciente. Por medio de la meditación es posible reducir el ego y permitirle a El tomar el control.
Podrás notar que he hablado de permitirle a tú ego o yo superior tomar el control de ti como si tú no fueras ambas cosas. Estarías en lo cierto.
Existe otro aspecto de ti del cual no hayas oído hablar pero que hemos mencionado antes. Es algo llamado el Ello.
Estamos entrando en aguas profundas con esto, ya que del Ello hay solo uno. Todos los que han vivido, están vivos, o vivirán tienen el mismo Ello. Esto es porque todos somos uno. El Ello es la totalidad de Dios.
Así que tú tienes la totalidad de Dios en ti como un individuo, y hay una totalidad de Dios en un sentido global. ¡No puedes tener más Dios que eso!
El punto es, que la manera en la que sientes hoy es gracias a que tu ego es el que te domina. Es posible permitir que tu yo superior tome el control de ti, quien es en la actualidad tu como un individuo, y eventualmente puedes progresar al punto que te darás cuenta de tu unidad con la vida y el Ello dominara.
Es un algo complicado, lo sé, pero sé que es la verdad. Tú no eres tu ego peleándote para defenderte de las fuerzas que se te oponen, tu eres tu yo superior hasta el momento en que puedas darte cuenta que todos somos uno, luego el Ello dominara.
Ego – yo superior – Ello
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