Cuando mueres, tu cuerpo se entierra o se quema. De cualquier manera, se convierte en algo inusable.
Tu espíritu se va al cielo y se reúne con tu Superalma.
Luego, to Superalma crea a otra persona para enviar a la Tierra, o a otro lugar.
Puedes pedirle a tu Superalma que te permita encarnar (reencarnar) en el cuerpo nuevo que está creando.
Si te lo permite, tu Superalma crea a una persona, la une a ti y la envía a la Tierra.
Pero, la nueva persona no tendrá absolutamente nada que ver contigo.
Te verás diferente, podrás ser de otro sexo, podrías tener otro color de piel, y podrás nacer dentro de otra familia a la que tienes ahorita. Tendrás posiblemente, otra personalidad y podrás hablar otro idioma.
La información que concierne a tu primera encarnación se esconde dentro de tu yo superior hasta que te puedas comunicar con él, y no tendrás memoria de que esta es tu segundo intento en la Tierra.
Tropezaras por la vida como lo hiciste la primera vez.
Aunque se la llama reencarnación, no lo es en realidad en el sentido común de la palabra; no tienes memoria de tu primera encarnación o de que esta es tu segunda vez aquí.
Por eso la rencarnación casi no ocurre – es un desperdicio de tiempo.
Bob
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