Tenemos un cerebro físico que es como una computadora diseñada para hacer funcionar al cuerpo. Atado al cerebro existe algo llamado la “mente física”. Esta mete física, que es algo como un aura e es invisible, le dice que hacer al cerebro. Si, por ejemplo, te quieres poner de pie, el cerebro por sí mismo, no haría nada. La mente física le dice al cerebro que active el programa que te hacer ponerte de pie. Es como un operador de una computadora que presiona botones en ella.
Así que, esta mente física está diseñada para funcionar en el tiempo real, dictándole al cerebro que partes de tu cuerpo activar para hacer todo lo que hacemos a cada rato.
Pero, esta mente física también tiene un elemento que está diseñado para proteger al cuerpo del peligro. El elemento (programa, si gustas) se le llama el ego. En cuanto tú te encuentras en peligro, el ego se activa y te intenta proteger. Pero, se puede descontrolar e activarse a cualquier momento que alguien te diga algo con lo que no estés de acuerdo. Entonces llegan los gritos, los argumentos, y la violencia mientras que los dos egos se pelean por superarse entre ellos.
Además, esta mente física puede intentar controlar tu presente y futuro. Pero como no fue diseñada para hacer eso, si la sigues, te llevara al camino incorrecto ya que no puede ver el futuro. Solo puede funcionar en el presente. También puede retener memorias del pasado con las que intenta predecir el futuro.
Así que, hasta ahorita, tenemos el cerebro y la mente física.
También tenemos algo a lo que llamamos la mente alta. Esta mente alta esta conectada al yo superior y a la mente física.
El yo superior es de donde nos llegan todas las ideas porque puede ver el panorama general. El yo superior sabe en qué dirección debes ir, y sucesivamente, intenta implantar esa información a tu mente física.
Si todo esto ocurre como debe, todo está bien. Pero, la mente física puede encontrarse tan involucrada con el ego que ella se ciega a la información que le envía el yo superior. Luego te encontraras en problemas, como un barco sin timón.
El truco, es de cerrar el ego para que puedas escuchar al yo superior cuando transmite información a la mente alta, luego a la mente física, y sucesivamente, activa al cerebro para que ponga esta información a trabajar.
Así que, tenemos a una mente alta, una mente física, y un cerebro.
Eso fue, en pocas palabras, lo que se me dijo.
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