Ha habido varios mitos difundidos a través de los años sobre si existe una relación entre los tipos de sangre y las diversas entidades espirituales, reyes, y particularmente, los faraones. La pregunta es ¿es verdad?
La pregunta no es fácil de contestar, ya que la historia de la humanidad es larga y complicada. Se complica aún más a causa de cambios planetarios y a eventos catastróficos que aniquilaron a gran cantidad de gente, así forzando a la humanidad a comenzar de nuevo en muchas áreas y a repoblar la tierra.
Cuando ocurrió un evento de nivel de extinción (ENE), las personas que vivían en tierra alta (las montañas), tuvieron mejor chanza de sobrevivencia y como se encontraron aislados, empezaron a reproducirse entre ellos. Al igual, la gente que sobrevivió en las tierras bajas encontró pareja entre ellos.
La gente que vivía en la montañas tenían cierto tipo de sangre, los que se entrecruzaron entre sus mismos grupos proliferaron su tipo de sangre mientras que los que encontraron pareja entre otros grupos de gente, fuera de su mismo grupo, terminaron con otros tipos de sangre.
El tema se complica aún más, ya que los Arcontes han influenciado a la gente psicópata a crear grupos exclusivos: reyes, reinas, emperadores, faraones, entre otros.
El tipo de sangre de cualesquier grupo de gobernantes no es de gran significado, ya que estos vinieron de los mismos sobrevivientes del último ENE. Lo importante es de que esta gente lo perdió casi todo en el ENE y tuvieron que sobrevivir de lo que encontraban, pelearon y mataron para sobrevivir, y se hicieron cada vez más egocéntricos, egoístas, y eventualmente psicópatas en su deseo de sobrevivir a cualquier costo. Esta gente, con la ayuda de los Arcontes, se hizo gobernantes y aun gobiernan y controlan muchos países, al igual que la política, las religiones, la finanza, y otros sectores de gobernanza.
Sucede que en ciertas áreas montañosas, la vida era más fácil, así que la gente empezó a desarrollar su espiritualidad más que aquellos que vivían en otras partes. A causa de las duras condiciones invernales de las áreas montañosas, y a causa de la ley natural de la selección, la gente de cierto tipo de sangre, cual favorecía cuerpos más robustos y hábiles para sobrevivir los climas fríos, se desarrolló y prolifero.
En consecuencia, resultaron dos tipos de humano: esos que vivían en planos y áreas de baja altitud y que tenían diversos tipos de sangre, de piel morena y ojos oscuros, de los cuales a unos pocos se les ayudo a entrar en posiciones de poder, y aquellos que vivían en áreas montañosas que tenían otro tipo de sangre y de cabello rubio o pelirrojo, con ojos claros.
La gente de las áreas montañosas tuvo más oportunidad que la gente de otras partes de desarrollarse espiritualmente, pero cuando la gente de las áreas de baja altitud obtuvieron el control del grupo de las montañas, estos hicieron lo posible de deshacerse de la gente espiritualista y forzaron a la gente a seguir sus religiones menos espiritualistas. Instigaron inquisiciones y los que tuvieran cabello rojo o rubio, y ojos claros, podían ser acusados de ser brujos y se les podía matar, muchas veces de maneras terribles. La meta era, y sigue siendo, deshacerse de quien se oponga a las doctrinas religiosas de los Arcontes.
Hoy en día, en muchos países, entrecruzarse entre diversos grupos ocurre a cada rato y es de menos consecuencia, pero ha incrementado todo tipo de mito y leyenda sobre ángeles, santos, y gente santa de cabello rojo o güero con ojos claros y de sangre del tipo que promueve estos rasgos físicos. Los cierto es que la espiritualidad está abierta a todos, sin importar tu tipo de sangre, color de piel, o color de ojo.
En cuanto a los de “sangre azul”, eso es también mito. Se hiso costumbre, desde hace muchos años, que la gente de “nacimiento noble” se debía casar entre ellos. Esto resulto a causa de lo fácil que era, y aun es, lavarle el cerebro a grupos pequeños de gente. Ese grupo ha sido específicamente entrenado a obedecer la influencia de los Arcontes y reptilianos, y de tal manera emprender sus agendas, las cuales ya conocemos. Sin embargo, muchos de estos grupos ya se están dando cuenta de que el matrimonio entre grupos pequeños tiende a promover enfermedades, físicas o mentales, que les han causado grandes problemas. Así que, forzosamente, se encuentran obligados a permitir que otros, de bajo nacimiento, entren a sus familias.
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